Dice un conocido
mío que existen estudios sobre la fidelidad de los españoles que dicen que somos totalmente fieles a dos
cosas principalmente: al periódico que leemos y al equipo de fútbol.
Yo no tengo un periódico
favorito, pues hoy en día puedes leer aquel que cuente lo que te interese en ese momento, tan solo tienes que decidir que “verdad” quieres leer y creer.
Sin embargo, en
temas de fútbol he de confesar que soy
de corazón madridista, que soy Kasillista hasta la médula, que adoro al mejor portero del
mundo, que es ciudadano de Móstoles, mi ciudad adoptiva y que es un tipo de lo
más normal que continua visitando esta ciudad, su gente y a sus viejos amigos.
Que es el mejor
portero del mundo, nadie lo duda, excepto el señor Mouriño que utiliza al intocable para que le
despedidan y así se incumpla la duración de su contrato y poder irse a otra liga con una buena recua de millones.
Para mí y para muchos no pasa
inadvertida su prepotencia al desear que el Real Madrid gane la Champion para él,
para convertirle en el único entrenador en ganar la Copa de la Champion con
tres equipos diferentes, la liga para él no tiene importancia, no le vende tan
bien en Europa, y él como buen mercenario solo quiere subir su caché...
En definitiva
que este mercenario del fútbol quiere irse, pero con el bolsillo lleno y para ello juega sus últimas cartas:
·
Dejar fuera del equipo al mejor portero del
mundo y con ello levantar las iras del madridismo.
·
Y que el equipo merengue gane la Champion para
hacerle grande a él, porque el Madrid ya es grande sin él, no a este señor para nada, pues es un equipo reconocido mundialmente.
Señor Mouriño
márchese dignamente, como un buen entrenador, deje buen sabor de boca y no destroce psicológicamente a más
jugadores y deje en paz nuestra alma blanca y también al buque insignia de esta
gran casa blanca: su capitán, el mejor mostoleño del mundo y un grande entre
los grandes bajo los palos.
Señor Mouriño, sea humilde, no se crea el ombligo del mundo y reconozca a los grandes, que haberlos haílos y muy grandes como Kasillas.