Esta mañana he pasado por la farmacia
a recoger un tratamiento para mi hijo recetado por su médico. El farmacéutico
ha tomado mis recetas, las ha mirado, ha suspirado y me ha explicado que hoy,
día 1 de marzo, entraba en vigor la nueva receta electrónica, yo extrañada con lo que me decía, y pensando que las recetas no servían, he cogido mis
recetas azules, las he mirado por detrás y por delante y le he dicho que las
mías eran de papel como las de toda la vida…El se ha reído y me ha contado que
el cambio del sistema era únicamente para ellos. Se ha puesto manos a la obra
delante de la caja registradora-ordenador que tienen en todos los establecimientos
y allí entre códigos de barras de los medicamentos
y tarjeta sanitaria, andaba un poco loco, dando la impresión de que fuese hoy
su primer día de trabajo al frente de un mostrador de farmacia, el verlo en esa
situación me ha recordado lo mal que legisla el legislador moderno.
Me ha recordado que ya no se elaboran grandes normas,
como por ejemplo el Código Civil que es de 1889, ahora se legisla de forma exprés y para el
momento, es decir, para salir del bache.
Yo llevo estudiando Derecho tres
años, y el único código, además de la Constitución, que me ha servido en tres
años y que continuo usando, es el Código Civil, el resto de códigos o manuales
no han superado ni el curso, es decir, lo han puesto todo patas arriba para al
fin y al cabo dejarlo peor que estaba.
España es un país con miles de
leyes; leyes que no sirven para todo el territorio de igual forma, hay
legislaciones diferentes según se resida en una comunidad autónoma u otra, y eso hace de nuestra sistema, un verdadero
caos de conocimiento cuando nos salimos de lo básico.
Ahora nos toca ver el chapuceo que
se avecina con la reforma que quieren llevar a cabo en el Código Penal y para el Consejo General del Poder Judicial: Me temo que
cambiarán los contenidos deprisa y sin tino, enredarán un poco para dejarlo a medias y peor que estaba, luego llegarán otros o incluso ellos mismos y volverán a
relegislar lo legislado y así vuelta a empezar una y otra legislatura.
Sin embargo, yo creo que deberían aprender del pasado y ser capaces de consensuarse de nuevo, como ya hicieron allá en los últimos coletazos de
los años setenta, cuando el acuerdo y el consenso eran casi imposible, para reestructurar y dar nuevos aires a nuestra necesaria e
imprescindible Carta Magna, que agoniza entre su obsoleto contenido, el desgaste del paso del tiempo y la
ineficacia de su importancia, despojándola del sentido que dio lugar a su
nacimiento; sentido que deber seguir manteniendo pero adaptada a los nuevos tiempos…
Gracias por tu visita.
ResponderEliminarY respecto a tu entrada comparto que hay lio montado que tendremos que aprender todo de nuevo. Vamos de sorpresa en sorpresa, SUERTE
Al paso que vamos cualquier día es bueno en el que para sacar un simple medicamento tengamos que tener estudios. Menudo cacao y follón han liado ahora con las recetas.
ResponderEliminarBesos HORMIGA.