El pasado 23 de diciembre me acerqué a la Delegación
de Hacienda de Alcorcón para solicitar un Certificado de la Declaración del
IRPF del año pasado que necesitaba para acompañar como documento a unas
alegaciones que tenía que presentar ante la Unidad de Becas de mi
Universidad.
Allí cogí número, compré el impreso
correspondiente y lo rellené tal y como lo llevo haciendo desde hace
tres años, cuando mi número apareció en la pantalla, me dirigí al puesto número
4, donde estaba sentada con cara de pocos amigos Doña Funcionaria sin nombre,
la llamo Doña Funcionaria porque la identificación que la ley 30/92 DE RJA-PAC, ley que obliga a llevar a todos los funcionarios en sitio visibley con indicación de su nombre y
apellidos no figuraba en ninguna parte, brillaba por su ausencia, pero nosotros
los administrados a callar y a sonreír, asique me senté, la dí los buenos días y ella ni me contestó, me miró con cara de
pocos amigos y note que algo fallaba, y que tal vez no había desayunado Al-Brand esa mañana, la pregunté
porque ocurría ese fallo todos lo años y solo me contestó que ella no tenía porque saberlo, asíque con cara de pocos amigos y muy mala leche selló la solicitud de certificado
y la copia y me tiró en la mesa esta última.
A día de hoy todavía no he tenido noticias del
certificado solicitado, es decir, aún no lo he recibido en mi domicilio, cuando lo normal es tenerlo en un
plazo máximo de 15 días, pero menos mal que gracias a mi mania de reclamar y reclamar todo, trasteando en la página de la AEAT
para ponerla pertinente reclamación, descubrí que
podía bajarme un certificado de esos que necesitaba con firma electrónica, e
imprimirlo al momento, asique así lo hice el día 11 de enero de este años.
La consecuencia de todo esto es que sin ese documento
no podían resolverme las alegaciones pues
constituye la prueba principal de mi condición en esa declaración de
IRPF. También envíe la reclamación por la tardanza del certificado solicitado y ahí si me contestaron y por correo certificado, allí la Administradora de esa Delegación, me dice que no les consta ninguna solicitud de certificado de Declaración de
IRPF con fecha de 23 de diciembre de 2013 y que si les consta que una
solicitud con visualización a través de
internet del día 11 de enero, y que si
no estoy contenta con la contestación puedo mostrar mi disconformidad ante la
Unidad Regional nº1 del Consejo para la Defensa del Contribuyente.
Lo que no sé es que haría Doña Funcionaria con el impreso que ella selló y se quedó con muy poco agrado, seguramente éste acabó hecho un
gurruño en la papelera o se limpió el culo con él, he de reconocer que Doña Funcionaria no estaba en su mejor día.
Lo único que me alegra es que al menos pude hacerme con ese certificado con firma electrónica de
renta desde la página web de la AEAT, porque, si no a día de hoy, mis alegaciones estarían pendientes de adjuntar ese
documento que la Doña Funcionaria sin nombre nunca tramitó.
Lo siguiente que haré será dirigirme al
Consejo de la Defensa del Contribuyente indicado por la Administradora, para que sepan que el impreso existe, que yo si tengo mi copia sellada y que la
Doña Funcionaria lo selló y que yo no me estoy inventando nada ni estoy loca.